Las lesiones neurológicas son daños o perjuicios que afectan al sistema nervioso dificultando la ejecución de actividades tanto mentales (memoria, habla, aprendizaje…) como motoras y sensoriales. El accidente cerebrovascular es una de las principales causas de muerte por enfermedades no transmisibles en el mundo pero, afortunadamente, nuestros hábitos son determinantes a la hora de evitar muchas de estas patologías. A continuación vamos a hablar de las más frecuentes y sobre como la rehabilitación neurológica puede ayudar al paciente a recuperar su independencia y calidad de vida.
LESIONES NEUROLÓGICAS MÁS FRECUENTES
El accidente cerebrovascular, mejor conocido como ictus, y el traumatismo cráneo encefálico (TCE) encabezan la lista. Este primero se origina por el taponamiento de un vaso sanguíneoo la ruptura de una de sus paredes, dejando, en cualquier caso, un área del cerebro sin el oxígeno necesario para su correcto funcionamiento. Conociendo los síntomas de este trastorno, somos capaces de detectar el riesgo incluso semanas antes del accidente, al contrario de lo que nos sucede con el traumatismo craneoencefálico, qué, en la gran mayoría de los casos, su origen es un fuerte impacto o choque contra la cabeza. Generalmente el TCE va relacionado con lesiones deportivas, accidentes de tráfico o agresiones.
Las encefalopatías son todas aquellas enfermedades que afectan al encéfalo,encargado del control de casi todas las actividades vitales para la supervivencia, como el sueño o la sed, así como de nuestras emociones. Existen varios tipos de encefalopatías; desde la hepática, que surge por el alcance al cerebrode sustancias tóxicas en la sangrelas cuales deberían haber sido depuradas por el hígado, hasta la encefalopatía por gluten o la encefalopatía de Lyme, causada por una infección bacteriana. En cualquier caso, la persona con encefalopatía muestra un humory comportamiento cambiantes, apatía, somnolenciay confusión.
La parálisis cerebral nace de trastornos en la corteza motora del cerebro, por lo que va directamente relacionada con la dificultad de movimiento, falta de equilibrio y cierta rigidez muscular. Su origen es neonatal la mayoría de las veces (cuando esta área del cerebro no sigue su correcto desarrollo en el feto); aunque también puede darse durante el nacimiento o por una lesión posterior a éste (el tejido blando y flexible en la cabeza de los recién nacidos no aporta la protección suficiente al cerebro para soportar un traumatismo). A pesar de que la parálisis cerebral es irreversible, la rehabilitación puede tener un fuerte impacto en la recuperación de la independencia del paciente, lo cual también influye directamente sobre su autoestima y salud mental.
Alzheimer: se trata de una enfermedad degenerativa, generalmente propia de la vejez, que da lugar apérdidas de memoria a corto y largo plazo, demenciay, eventualmente, a la pérdida de la capacidad de mantener una conversación y otras habilidades cognitivas que dificultan la vida diaria. Aunque todavía no existe cura para esta patología, síexisten tratamientos que pueden ralentizar el proceso y facilitarel día a díatanto al pacientecomo la persona encargada de cuidar de él.
Parkinson: al igual que el Alzheimer consiste en una enfermedad progresiva pero que,en este caso, afecta al sistema nervioso. Tiene una relación directa con el movimiento y suele manifestarse, en un principio, con un leve temblor en la mano, rigidez en los músculos de la cara o simplemente, no balancear los brazos al caminar. Con el tiempo estos temblores se convierten cada vez en algo más visible hasta el punto de dificultar actividades básicas para el paciente. También se suele dar en la tercera edad y se sigue investigando una cura, aunque los tratamientos disponibles pueden mejorar notablemente los síntomas.
PRINCIPALES FACTORES DE RIESGO:
Realmente el riesgo comienza en el período neonatal, tanto por los hábitos de la persona gestante como por cualquier infección que pueda sufrir la madre y que afecte directamente al feto. Además, durante el parto, los recién nacidos pueden sufrir daños en su corteza cerebral por asfixia perinatal. Pero también existen factores de riesgo que podemos evitar en nuestra vida adulta con relativa facilidad, como la hipertensión arterial mal controlada, el tabaquismo (especialmente en mujeres si se combina con la pastilla anticonceptiva), una dieta poco saludable, abuso de alcohol o drogas, hábitos del sueño insanos o el colesterol (posibilita la aparición detrombos).
Existen algunos factores de riesgo no modificables; principalmentela edad y los antecedentes familiares. Aunque también encontramos un factorpoblacional y socioeconómico, ya que las tasas de desempleo y el estilo de vida influyen directamente enlos niveles de estrés y dificultan llevar a cabo un estilo de vida saludable.
¿QUÉ PODEMOS HACER PARA PREVENIRLO?
Si bien algunas patologías son inevitables, como el tumor cerebral, en la mayoría de los trastornos neurológicos adquiridos nuestros hábitos tienen una importancia crucial. Según la American StrokeAssociation y tal cómo se ha advertido anteriormente, prácticas como renunciar al tabaquismo, realizar actividad física (especialmente a una intensidad moderada en edades avanzadas, siendo el aerobic de las más recomendadas) o mejorar tus hábitos alimenticios son factores decisivos a la hora de evitar un trastorno cerebral. La dieta mediterránea, el consumo de aceite de oliva virgen y frutos secos con las comidas y limitar el consumo de sal y las grasas saturadasson algunas de las pautas alimenticias que debemos seguir para cuidar de nuestro cuerpo y mente a largo plazo. Medir tu tensión arterial y tus niveles de glucosa también puede prevenirnos futuros problemas tanto cardiovasculares como neurológicos, por lo que esimportante acudir con regularidad a un profesional y, en caso de que sea necesario, ajustar la dietay estilo de vida del pacientea las necesidades de su cuerpo.El estrés si no es tratado a tiempo así mismo puede ser un factor de riesgoimportante. La salud mental está directamente relacionada con la salud física y muchas veces tendemos a desatenderla, pero las consecuencias del estrés pueden ser más contundentes de lo que imaginamos y aprender a gestionar nuestro ritmo de vida a tiempo puede ser determinante.
BENEFICIOSDE LA REHABILITACIÓN:
A pesar de que las complicaciones en el accidente cerebrovascular y la capacidad de recuperación del paciente puede variar considerablemente, aquellos pacientes que realizan rehabilitación muestran un mejor desempeño en su vida cotidiana que aquellos que no han recibido tratamiento. La rehabilitación tiene el poder de mejorar la independencia y calidad de vida por medio de ejercicios motrices (que nos ayudan a mejorar la coordinación, el equilibrio y la amplitud de movimiento), actividades cognitivas para la recuperación o mejora del habla, la memoria, las habilidades sociales o la escritura y terapias físicas apoyadas en la tecnología, como la estimulación eléctrica funcional, que ayuda a reeducar al músculo afectado.
Adaptar los métodos de rehabilitación al paciente para alcanzar los mejores resultados es nuestro trabajo. Disfrutarlos, el tuyo. Te invitamos a visitar (…)